La educación física, practicar algún tipo de deporte y llevar una vida físicamente activa desde niños proporciona una serie de beneficios para la salud imprescindibles para crecer que se verá reflejada en la vida de adultos. Sin embargo, sus bondades no se quedan ahí, sino que la práctica deportiva supone una enorme fuente de crecimiento y desarrollo personal. En este sentido, el deporte es útil para mejorar la autoestima y la autoconfianza. Además, se adquieren valores de compañerismo, flexibilidad, resolución de conflictos y superación personal, entre otros.
En demasiadas ocasiones se tiende a no darle la importancia debida a la asignatura de educación física en las escuelas. Si embargo, que los jóvenes practiquen deporte sólo puede traducirse en numerosos beneficios que no se deben dejar escapar. La práctica del deporte de forma regular es útil para mantenerse en buena forma y para la salud, evitando el sedentarismo y la obesidad fundamentalmente, pero tiene muchísimos más beneficios. Instaurar este hábito desde pequeños hace que sea más fácil que se siga practicando en la edad adulta y se pueda disfrutar de una mejor calidad de vida.
No obstante, merece la pena destacar que el deporte no es solo un pilar esencial para salud física. Hacer ejercicio de forma habitual es una herramienta de enorme valor formativo. La práctica de cualquier deporte con constancia enseña a los niños y los jóvenes disciplina y esfuerzo para conseguir lo que se quiere. Un ejemplo de esta filosofía educativa es el colegio internacional británico Balearesint.net, en Mallorca, donde el deporte y el desarrollo físico es un pilar esencial en la vida escolar de los alumnos.
Estos son algunos de los principales motivos por los que el deporte debe formar parte de la vida educativa de todo estudiante.
La práctica deportiva es un medio inmejorable de interacción con los iguales. Logra unos niveles de integración que casi ninguna otra actividad puede alcanzar, por lo que es muy importante en el desarrollo del individuo como ser social. Por regla general, a los estudiantes deportistas se les inculca el respeto por las diferencias entre las personas, ya sean de raza, religión, estratos sociales, nivel cultural…
Fomenta valores y virtudes
El deporte es una herramienta única para el aprendizaje. Es un instrumento para enseñar, a niños y jóvenes, valores y virtudes como la lealtad, la justicia, la superación, el respeto, la convivencia, el compañerismo, la disciplina, el trabajo en equipo, la responsabilidad y la tolerancia.
Genera sentido de pertenencia
Formar parte de un equipo deportivo otorga un sentido de pertenencia y, por lo tanto, de identidad entre los jóvenes que lo integran. Cuando se es niño, y especialmente en la edad adolescente, sentir ese estado de pertenencia genera seguridad y aumenta la autoestima en los individuos, de forma general.
Ayuda a la convivencia
El deporte, en la mayoría de los casos, obliga a los niños y jóvenes a trabajar en equipo, a colaborar y aprender que entre todos son mucho más fuertes. Se desarrolla un fuerte sentido del compañerismo y la convivencia. Se entiende el verdadero valor de la colaboración frente a la competitividad.
Estimula el cerebro
El cerebro de los niños necesita el movimiento para aprender, de hecho, el cerebro aprende y recuerda más cuando está en movimiento. El ejercicio físico se encarga de regular la segregación de tres neurotransmisores que están directamente asociados a una buena salud mental. Se trata de la serotonina, la dopamina y la norepinefrina.
Hacer ejercicio estimula la memoria, así como las funciones ejecutivas del lóbulo frontal. Por este motivo, los niños que practican deporte con regularidad identifican más rápido los estímulos visuales y tienen una mayor capacidad de concentración que los niños pasivos y sedentarios, un modelo desgraciadamente imperante por el modo de vida actual.
Fomenta la disciplina
Practicar deporte de forma constante y regular forja la disciplina en general. Los jóvenes deportistas tienden a ser más organizados, estructurados y también menos propensos a caer en malos hábitos. El deporte es un factor de desarrollo de la persona porque se convierte en un estilo de vida, e incluso muchos lo convierten en parte de su carrera profesional.
Eleva la autoestima
Los niños hacen un ejercicio físico habitualmente o practican algún deporte tienden a tener la autoestima más alta, sufriendo menos depresión y ansiedad. El ejercicio físico les sirve como catarsis, liberándose de frustraciones y rabietas reprimidas, lo que resulta altamente recomendable para la salud mental.
Reduce el estrés
La actividad física y deportiva es la mejor terapia no farmacológica, y la más efectiva, para reducir no solo el estrés, sino también la ansiedad, la depresión, los trastornos del sueño y otras alteraciones que pueden surgir en algún momento de la vida de un individuo.
El deporte se relaciona con el bienestar psicológico y reduce los riesgos de sufrir muchos problemas de salud, no solo a nivel físico, sino también mental, como todos los mencionados con anterioridad. Además, mejora los estados de irritabilidad y agresividad por su efecto ansiolítico.
Autor: Israel Guerra